El rock y la difusión del satanismo
El rock y la difusión del satanismo
De las horas del día que dedicamos a escuchar música, o que oímos música mientras realizamos otras actividades ¿Cuántas le dedicamos a Dios? y ¿cuántas le dedicamos al diablo? Se puede pensar que al oír música cristiana, se le dedica ese tiempo a Dios, y que al escuchar música mundana, no hacemos nada más que no dedicarle ese tiempo a Dios, pero ¿cuánto hay de cierto en esta afirmación?, ¿qué es lo que pide Dios de nosotros? y ¿cuánto terreno ha ganado el diablo en nuestras vidas a través de la música, sin que nosotros lo sepamos siquiera? El siguiente estudio pretende dar respuesta a esto.
“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” (I Corintios 10:23, RVR 1960)
Es prácticamente imposible que estemos ajenos a la música mundana (o música de contenido no cristiano), y que no conozcamos bandas como Led Zeppelin, The Beatles o The Rolling Stones: lo que muchas veces ignoramos, es lo que se esconde detrás de estas bandas y del género que representan: el rock. ¿Convienen, edifican? O peor: ¿qué tan ligadas han estado estas bandas con la difusión del satanismo?
Para responder, debemos remontarnos al origen del rock: el rock & roll. Règimbal distingue cuatro fases históricas en el rock & roll:
La primera, es su nacimiento (en torno a 1951-1952); Alan Freed inventa el nombre “rock & roll”, expresión que alude directamente al sexo: según algunos al sexo realizado en el asiento trasero de un auto; según otros, a los “movimientos del cuerpo humano en los jugueteos sexuales”. Lo que se sabe, es que la expresión se adoptó de la jerga negra de esos años.
La segunda etapa es la evolución hacia el hard y el acid rock, con la integración del rock en el mundo de las drogas; tuvieron mucho que ver en esto The Beatles, The Rollings Stones y el grupo The Who.
La tercera etapa es el rock satánico a través de mensajes subliminales o imaginería; esta fase es inaugurada por The Beatles en 1968 con la aparición del “White Album” conteniendo la canción “Revolution 9”. Por primera vez en la industria del disco, se introducirán mensajes subliminales para transmitir “el evangelio de Satanás”. La fórmula tiene éxito y de allí en adelante la música rock tomará el vasto camino de la perversión diabólica; hay que mencionar en este campo a los Rolling Stones, The Who, Black Sabbath, Led Zeppelin y Styx.
La cuarta fase, en los años 80, es el punk rock y el heavy metal y sus derivados, cuyo fin y filosofía son llevar a los oyentes directamente al suicidio, a la violencia colectiva y a los crímenes sistemáticos. Entre los grupos más notorios, mencionamos a Kiss, Ted Nugent y los mutantes, Aphrodíte’s Child (album 666), Rob Zombie, cuyo maestro fue Alice Cooper, y sobre todo Marylin Manson.
(Esta información fue obtenida de http://artigoo.com/el-rock-es-en-verdad-portador-de-mensajes-subliminales , y proviene de la revista REPLICA No. 428 por Jean Paul Règimbal.)
Las relaciones entre el rock y el satanismo se remontan a las raíces del género y a los orígenes del rock & roll; así, ya en el campo del blues, precedente más directo de la música rock, se recoge la popular leyenda que relata el encuentro del interprete Robert Johnson, quien habría vendido su alma al diablo en el cruce de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Misisipi), a cambio de interpretar el blues mejor que nadie. La leyenda tiene su reflejo en su tema «Me and the Devil Blues» (El blues del diablo y yo)
Se destacan dos maneras de propagar los mensajes satánicos a través de la música: la imaginería satánica y el backmasking.
Imaginería
La imaginería tiene relación con el uso de símbolos e imágenes. La utilización de imaginería de tipo satánica y ocultista en el rock fue incrementando a finales de la década de los años sesenta, como consecuencia del creciente interés por el ocultismo y otras creencias que se oponían a las convenciones sociales. The Rolling Stones como ejemplo, publicaron el álbum titulado Their Satanic Majesties Request («El requerimiento de sus satánicas majestades») y posteriormente su clásico tema Sympathy for the Devil (Se traduce “Compasión por el diablo”) La portada del álbum de la banda británica The Beatles «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» muestra, entre un amplio elenco de personajes, la fotografía de Aleister Crowley, uno de los ocultistas ingleses mas representativos del siglo XX. Más tarde, en el seno del grupo Led Zeppelin, se dio un ferviente interés en la figura del citado Aleister Crowley, personaje por el que el guitarrista de la banda, Jimmy Page, cultivó una creciente admiración, llegando a adquirir su mansión y diversos objetos pertenecientes al popular hechicero. Sin embargo, sería la banda inglesa de heavy metal Black Sabbath una de las que más explotaría la imaginería de tipo satánico y ocultista en sus letras, en el diseño de sus álbumes y en su actitud. Sobre la banda pesaba la leyenda en torno a la portada de su homónimo primer álbum, en el cual aparecía una misteriosa figura femenina de la cual se afirmaba que no estaba presente al momento de ser tomada la fotografía. Así mismo, en la portada de su disco «Sabbath Bloody Sabbath» entre otros símbolos aparece el «666» (la marca de la Bestia según la Biblia; Apocalipsis 13:18). Este tipo de estética continuaría durante toda la carrera del grupo, y discos posteriores como «Heaven and Hell«, incluían portadas sugerentes y provocativas. El vocalista del grupo, Ozzy Osbourne sería bautizado posteriormente por la comunidad fanática como el “Príncipe de las Tinieblas”. Algunos dicen que esta conducta se debió sólo al marketing, pero más adelante analizaremos dos casos que muestran la relación de esta banda y su vocalista con el satanismo.
De igual manera, el disco Hotel California, de The Eagles, mostraba en su portada un edificio, que en su momento fue supuestamente identificado como la sede de la Iglesia de Satán de Anton LaVey, un movimiento conocido por hacer hincapié en un aspecto filosófico del satanismo. De igual manera que Black Sabbath, puede asociarse a esta banda con la difusión del satanismo, pero en este caso, a través del backmasking, que analizaremos más adelante.
A finales de los setentas, irrumpe la banda australiana AC/DC con el éxito «Highway to Hell» (Carretera al infierno). En la portada del disco del mismo título, se puede apreciar al guitarrista líder de la banda Angus Young ataviado con cuernos y cola puntiaguda de diablo; este tipo de estética sería usada también en sus conciertos en vivo, y en otros temas como «Hell’s Bells» (Campanas del infierno), perteneciente a su álbum de 1980 «Back in Black«. Se dice que este tipo de imaginería es “más festiva y lúdica” y “algo menos siniestra” que la usada por Black Sabbath (http://es.wikipedia.org/wiki/Rock_y_satanismo), sin embargo basta con analizar las letras de las dos canciones citadas para comprobar lo efectivamente satánico y siniestro que hay en esta banda.
Otra banda que se sirvió de la temática satánica dentro de la historia del rock fue la banda de heavy metal Iron Maiden, la cual encabezaría la conocida Nueva Ola del Heavy Metal Británico, conocida como NWOBHM, con el disco titulado «The Number of the Beast» en (1982), el cual incluía el tema del mismo título, un corte que se convertiría en su canción más emblemática, y que hacía referencia a la famosa marca de la bestia. Un año más tarde, el grupo de hard rock y glam metal, Motley Crüe se serviría también del pentagrama invertido (un símbolo tradicionalmente satánico), en la portada de su álbum de 1983 «Shout at the Devil» («Grítale al diablo»).
Este tipo de referencias se convirtieron en habituales en otros muchos grupos, y en concreto en el campo del heavy metal y sus derivados se volvieron una temática cada vez más recurrente.
Backmasking
Se trata de la transmisión de un mensaje destinado a alcanzar al oyente “justo por debajo del umbral de su conciencia”; semejante mensaje escapa al oído, a los ojos, a los sentidos externos y penetra en el subconsciente profundo del oyente, el cual está completamente sin defensa contra esta forma de agresión. Para transmitir los mensajes subliminales de manera sutil y menos detectable, se imprimen al revés las frases que puedan ser oídas cuando se pone la cinta en sentido inverso. Algunos de estos mensajes son insertados deliberadamente en las grabaciones, como es el caso de la canción “Empty Spaces” de Pink Floyd.
En otros, se provocan al cantarla, como es el caso de “Stairway to heaven” de Led Zeppelin; incluso cuando nosotros la cantemos sin querer decir el mensaje que está a la inversa, lo diremos, como muestra el siguiente video
La traducción del mensaje que se muestra en el video es “Entonces aquí está mi dulce Satán”, la segunda frase, dice “El único cuyo pequeño camino me hará sufrir, cuyo poder es Satán” Si uno analiza esta frase, unida a la anterior, “el único” debiera referirse a Satanás, ya que de él se venía hablando en un primer momento, pero si así fuera, no diría “cuyo poder es Satán”, y si se refiere a él como “dulce Satán”, tampoco es lógico que lo haga sufrir. ¿Hay un único que tenga un camino pequeño, o estrecho, tal vez? Mateo 7:14 “Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hayan” La frase siguiente, es “él te dará el 666” (Apocalipsis 13:18) La última que se escucha, parece tener menos sentido “Ahí había un pequeño cuarto de herramientas donde él nos hacía sufrir, triste Satán”. De cualquier manera, cada vez que cantemos esta canción, estaremos diciendo inconscientemente “Dulce Satán”. Este mensaje puede haberse hecho de manera inconsciente, está claro, pero tomando en cuenta la influencia de las drogas en la banda, cuesta imaginar que la inspiración que tenían para componer sus canciones fuera divina: saque sus conclusiones.
Este tipo de mensaje, en que al decir una frase al derecho se produce otra al revés, ha sido usado incluso en la política: un caso es el famoso “Yes, we can” de Obama, que al invertirlo resulta “Thank you, Satan”, es decir: “Gracias, Satán”. Incluso al invertir las frases que están alrededor de los siete “Yes, we can” que dice en un discurso, se escuchan frases como “Bajo tierra, la marca que ahora está cerca”, “el marcador te azotará” o “nuestro primer negro» como se muestra en el siguiente video.
Sin embargo, la canción que dio origen a toda esta manera de difundir el satanismo, es “Revolution 9” de The Beatles, como se había mencionado. Con una duración de 8:31, la canción tiene sonidos de violines invertidos, bebés llorando, gritos, sonidos de autos, y frases al revés. Se puede escuchar la voz de Yoko Ono diciendo: “Satán, mírame”, “Satán, ¿no es genial?”, “Loco, métete” entre otras. Aquí el mensaje está puesto de manera consciente, ya que al derecho, las frases carecen totalmente de sentido. El video con las frases en inglés es el siguiente.
Un conocido asesino, Charles Manson, reinterpretaría el tema “Helter Skelter” del White album (de donde proviene esta canción). Susan Atkins y la familia Manson, tenían la teoría de que Charles Manson creía que «Revolution 9» era una referencia al noveno capítulo de Revelación, un libro en la Biblia que habla sobre el apocalipsis y profecías. Él creía que The Beatles hablaban de él en esta canción, e hizo muchas interpretaciones de la letra. (http://es.wikipedia.org/wiki/Revolution_9#Referencias_en_la_cultura) Esta canción es de John Lennon, y más adelante, veremos cómo esto estuvo ligado con su asesinato.
The Eagles también tienen un caso de backmasking, y es precisamente en “Hotel California” donde ocurre; dice: “Sí, Satán escucha esto; él me tiene creyendo en él”.
En la canción: “When Electric come to Arkansas”, del grupo Black Dark Arkansas, grabado en escena, una sección deja oír palabras ininteligibles y gritos emitidos por todos los miembros del grupo; pero cuando se toca al revés, el mensaje es: “Satán… Satán, él es dios”, y el mensaje termina con una risa demente.
El autor del mensaje subliminal es perfectamente consciente del objetivo que quiere alcanzar: una revolución con profundidad capaz de todas las subversiones. Por otra parte, el oyente ignora por completo que sufre esta invasión de su conciencia y de su subconsciente profundo. Como su inteligencia consciente y su voluntad no están en estado de alerta ni en condiciones de ejercer discernimiento alguno, es el subconsciente el que capta el mensaje, lo decodifica, y lo reconstruye.
En el rock & roll los mensajes transmitidos de una manera subliminal tienen un contenido muy variado:
a) La perversión sexual en todas sus formas.
b) El impulso a la rebelión contra el orden establecido.
c) La iniciación al suicidio.
d) La iniciación en la violencia y el homicidio.
e) La consagración a Satanás.
Fuente: http://html.rincondelvago.com/efecto-del-rock-en-los-adolescentes.html
Los investigadores encontraron que la música se registra en la parte del cerebro que normalmente es estimulada por las emociones, pasando por alto los centros cerebrales que tienen que ver con la inteligencia y la razón. Ira Altschuler, una de los investigadores, explica que «la música no depende del cerebro central (centro de la razón) para obtener su ingreso al organismo, puede hacerlo por vía del tálamo – la estación alterna de todas las emociones, sensaciones y sentimientos. Una vez que un estímulo ha sido capaz de alcanzar el tálamo, el cerebro central es automáticamente invadido.» Lo que esto significa es que «la música ataca directamente el sistema nervioso», pasando por alto al cerebro central.
(Fuente: http://milenasantablank.multiply.com/journal/item/22)
No sólo el blackmasking y la imaginería traerían efectos nocivos: el rock en sí también podría provocarlos. Para apreciar los efectos de la música, necesitamos estar alertas respecto del proceso básico que tiene lugar en el oído humano al recibir el sonido musical. Las ondas de sonido (vibraciones) golpean el tímpano y son transformadas en impulsos químicos y nerviosos que registran en nuestra mente las distintas cualidades de los sonidos que estamos escuchando. Lo que muchos no saben es que «las raíces de los nervios auditivos – los nervios del oído – están más ampliamente distribuidos y tienen más extensas conexiones que aquellas de cualquier otro nervio del cuerpo. Debido a esta extensa red de trabajo, escasamente existe una función del cuerpo que no sea afectada por las pulsaciones y combinaciones armónicas de los tonos musicales».
Es un hecho bien conocido que el sistema endocrino regula no sólo las funciones de los órganos internos, como el corazón y los órganos respiratorios, sino también las glándulas endocrinas. Esas glándulas son controladas por el tálamo que está íntimamente conectado con nuestras emociones. Mary Griffiths, una fisiologista, explica que «el hipotálamo controla las secreciones de la glándula tiroidea, la corteza adrenal y las glándulas sexuales. Así influencia la velocidad del metabolismo… como asimismo la producción de hormonas sexuales… El hipotálamo tiene un marcado efecto en la emisión de respuestas autónomas producto del temor, la ira y otras emociones». Otros estudios indican que la música hace producir adrenalina y posiblemente otras hormonas. Influencia la resistencia eléctrica de la piel del cuerpo, que a su vez, afecta y gobierna los estados de ánimo de una persona. En tanto es cierto que la respuesta a la música varía con cada individuo, así haciendo difícil generalizar sus efectos, se mantiene el hecho de que la industria de la música y el mundo de los negocios saben cómo utilizar la música para crear o cambiar los estados de ánimo y vender mercadería.
Un científico ruso, Iván Pavlov, realizó pruebas sobre las reacciones reflejas de sus perros ante el ritmo. El encontró que cuando se tocaban ritmos rápidos, sus perros reaccionaban con excitación; los ritmos más lentos tenían un efecto tranquilizante. Cuando eran expuestos a ritmos sincopados, los sistemas nerviosos de los perros parecían manipulados, y se veían confusos y no sabían como reaccionar. Los ritmos asincrónicos los hacían ponerse salvajes.
La exposición a música con ritmos «armónicos» refuerza los ciclos rítmicos del cuerpo humano, sincronizando los mensajes nerviosos, incrementando la coordinación, y armonizando los estados de ánimo y las emociones.
Por contraste, la exposición a música con ritmos «disarmónicos» -«ya sea por la ‘tensión’ causada por la disonancia o por el ‘ruido’ o por las vueltas no naturales de los acentos rítmicos desubicados, por la sincopación y polirritmos o el tempo inapropiado- puede dar como resultado una variedad de cambios que incluyen: un ritmo cardíaco alterado con su correspondiente cambio en la presión sanguínea; una sobre estimulación de las hormonas (especialmente las opiadas o endorfinas) causando un estado alterado de la consciencia desde el mero alborozo en un extremo hasta el espectro de la inconsciencia en el otro; y mala digestión.»
Los elementos rítmicos están definitivamente presentes en el cuerpo humano y en otros organismos. La sicóloga Carole Douglis declara:»Somos esencialmente criaturas rítmicas. Todo -desde el ciclo de nuestras ondas cerebrales al bombeo de nuestro corazón, nuestro ciclo digestivo, ciclo de sueño- todo trabaja en ritmos. Somos una masa de ciclos apilada una sobre otra, así que estamos claramente organizados tanto para generar como para responder al fenómeno rítmico.»
Cada ser humano funciona de acuerdo a un tempo rítmico. Esto está parcialmente relacionado con el ritmo del corazón, que corre entre 60 y 120 golpes por minuto. Un pulso normal corre entre 70 y 80 golpes por minuto. Algunos estudios indican que las personas parecen funcionar mejor cuando se asocian con personas que tienen un ‘tempo’ rítmico similar. Tendemos a reaccionar desfavorablemente ante las personas que están con el tono demasiado alto o demasiado bajo.
Cuando el cuerpo es expuesto a muchos estímulos continuos disarmónicos, varios mecanismos de stress de nuestro cuerpo son puestos en un estado de alerta. Si estos mecanismos de defensa son puestos a menudo en tensión, la armonía natural de los ritmos biológicos es perturbada. Esto causa desarmonía y puede llevar al colapso. A menos que el equilibrio sea restaurado, la situación de stress puede resultar en un desorden patológico fundamental.
El investigador David A. Noebel dice que el ritmo de la música rock crea una secreción anormalmente alta de hormonas sexuales y de adrenalina, y puede causar cambios en los niveles de azúcar en la sangre y aumento de calcio en el cuerpo. Ya que el cerebro recibe su nutrimento del azúcar de la sangre, su función disminuye cuando el azúcar de la sangre es direccionada a otras partes del cuerpo para estabilizar el equilibrio hormonal. En el punto cuando una cantidad insuficiente de azúcar sanguíneo llega al cerebro, el juicio moral ha sido grandemente reducido o aún completamente destruido. Esto es lo que sucede cuando el ritmo de la música rock cambia los niveles de azúcar sanguíneo en el cuerpo.
(Fuente http://milenasantablank.multiply.com/journal/item/22)
Estos efectos aumentan con la intensidad de la música. Más allá de 80 decibeles el efecto es desagradable, a más de 90 se vuelve perjudicial. Ahora bien, en los conciertos rock se ha medido de 106 a 108 decibeles en el centro de la sala y 120 cerca de la orquesta; los especialistas también descubren en los jóvenes problemas de audición propios de los adultos de más de 50 años, así como un aumento inquietante de enfermedades cardio vasculares o problemas de equilibrio.
Si tan graves son los efectos fisiológicos, más aún los efectos psicológicos. No hay quien se someta impunemente durante un tiempo prolongado a la influencia del rock que no sufra traumatismos psicológicos afectivos profundos. Nos basta con enumerar diez que se repiten casi siempre en los análisis médicos y psiquiátricos de los doctores Mc Raferty, Gramby Bline, Barnard Saibel, Walter Woight, así como Frank Garlock, Tom Alleny otros diversos trabajos: (http://html.rincondelvago.com/efecto-del-rock-en-los-adolescentes.html)
1º Modificación de las reacciones emotivas que van de la frustración a la violencia incontrolable.
2º Pérdida del control, tanto consciente como reflejo, de las capacidades de concentración.
3º Disminución considerable del control de la voluntad sobre los impulsos subconscientes.
4º Sobreexcitación neuro-sensorial que produce euforia, sugestividad, histeria e incluso alucinación.
5º Trastornos serios de la memoria, de las funciones cerebrales y de la coordinación neuro-muscular.
6º Estado hipnótico o cataléptico que convierte a la persona en una especie de zombi o de robot.
7º Estado depresivo que va desde la neurosis hasta la psicosis, sobre todo cuando se combinan música y droga.
8º Tendencias suicidas y homicidas acrecentadas con la audición cotidiana y prolongada de la música rock.
9º Auto mutilación, auto inmolación y auto castigo, sobre todo en las grandes concentraciones.
10º Impulsos irresistibles de destrucción, de vandalismo y de levantamiento de descontentos, después de conciertos y de festivales de rock.
Después de la primera ola de mensajes subliminales, los autores de rock empezaron a expresar abiertamente sus inspiraciones satánicas. Por ejemplo, esta letra de The Dead Kennedy’s: “Dios me dijo que te despelleje vivo. Yo mato a los niños. Me gusta verlos morir. Mato a los niños. Hago llorar a sus madres. Los aplasto con mi coche. Quiero oírlos gritar; darles bombones envenenados y arruinar su halloween”. O la canción “The God of Thunder” del grupo Kiss: “Fui educado por un demonio, preparado para reinar como `el que es’. Soy el Señor del desierto. Un hombre de hierro de los tiempos modernos. Llamo a las tinieblas para agradarme y te ordeno arrodillarte delante del dios del trueno, dios del rock & roll”. Algunos dicen que el nombre Kiss proviene de la sigla K.I.S.S. que puede traducirse como “Caballeros al servicio de Satán” (Knights In Satan Service; la letra “K” también puede ser “Kings” –reyes- o “Kids” –niños), sin embargo la banda lo ha negado en varias ocasiones. Después de leer esta letra, ¿Tiene alguna duda de a quién están sirviendo estos caballeros?
El grupo hard rock llamado AC-DC se manifiesta así en la canción “Hell»s bells”:
-Yo soy un trueno rugiente derramando mi lluvia torrencialmente.
Vengo como un huracán ¡mis relámpagos iluminaban el cielo!
¡Eres joven, pero vas a morir!
¡A nadie haré prisionero, no ahorraré ni una vida y nadie me resistirá!
¡Tengo mis campanas y te llevaré al infierno,
yo te poseeré, Satanás te poseerá!
Las campanas del infierno ¡sí! las campanas del infierno.
Y más adelante agrega:
“Te daré sensaciones negras arriba y debajo de tu columna
Si estás con el diablo, eres mi amigo
Mira mis luces blancas mientras parto la noche
Porque si Dios está a la izquierda, me quedaré pegado en la derecha”
Black Sabbath, es su canción homónima, declara:
“¿Qué es eso que está delante de mí?
Figura de negro que me apunta
Da la vuelta rápido, y comienza a correr
Notando que soy el elegido
¡Oh nooo!
Forma grande y negra con ojos de fuego
Diciéndole a la gente su deseo
Satanás está sentado allí, él está sonriendo
Mirando las llamas subir más y más alto
¡Oh, no, no, por favor, Dios ayúdame!
¿Es este el fin, mi amigo?
Satanás viene alrededor de la curva
Gente corriendo porque tienen miedo
¡La gente mejor que se vaya y tenga cuidado!
¡No, no, por favor, no!”
Esta canción alude a un sacrificio humano realizado en un rito satánico.
Más de diez pruebas establecen claramente que grandes estrellas del rock & roll se han consagrado a Satanás libremente y por propia voluntad. Règimbal menciona tres casos irrefutables: el de Alice Cooper, cuyo verdadero nombre es Vincent Fournier (su testimonio es más que elocuente: “Hace algunos años fui a una sesión de espiritismo donde Norman Buekley suplicó que el espíritu se hiciera oír. El espíritu se manifestó por fin y me habló. Me prometió, a mí y a mi grupo de música, la gloria, la dominación del mundo con la música rock y la riqueza en abundancia. Lo único que me pidió en cambio era entregarle mi cuerpo para que ese espíritu tomara posesión de mí. A cambio de la posesión de mi cuerpo, me hice célebre a través del mundo entero. Para hacer esto tomé el nombre con el cual “él” se había identificado en la sesión. Así, pues soy reconocido mundialmente. Ustedes ya conocen ese nombre: Alice Cooper”). El segundo caso es el de Mick Jagger de los Rollings Stones, quien se consagró a Satanás bajo la influencia de dos brujas: Marianne Faithfuil y de Anit Pallenberg. El tercer caso es el de Ozzy Osbourne del grupo Black Sabbath (recuerde la letra que acaba de leer), quien ha confesado que nunca ha compuesto una canción sin estar en estado de trance.
No es de extrañar con todo esto que las muertes de algunos de los integrantes de estas bandas hayan sido trágicas; John Bonham (baterista de Led Zeppelin) murió en su casa, que había sido de Crowley (ocultista que aparece en las portadas de The Beatles); El primer vocalista de AC/DC falleció ahogado en su propio vómito; Hendrix murió igual. (Fuente http://www.margencero.com/musica/satan/historiadelrocksatanico.htm)
El caso más curioso sin embargo, es el de John Lennon. Ya hemos hablado del famoso “White album” y su canción “Revolution 9”. El trabajo se acreditó como Lennon/McCartney (como en todo tema escrito por cualquiera de ellos dos), pero Paul McCartney no participó por estar fuera. (http://es.wikipedia.org/wiki/Revolution_9). En este mismo White album venía la canción “Helter Skelter” que ya dijimos reinterpretó el conocido asesino Charles Manson. Dijimos también que Manson comenzó a darle diferentes interpretaciones a la canción “Revolution 9”. Pues bien, en 1968, año en que salió el White album, Polanski se encontraba rodando una película llamada “Rosemary’s baby” (el bebé de Rosemary), de la cual fue director y guionista, que fue traducida al castellano como “La semilla del diablo”, ya que trata de una joven pareja que espera su primer hijo, el cual gracias a un complot del marido y unos vecinos, sería el hijo del diablo. Esta película se rodó en el Edificio Dakota, conocido por haber tenido entre otros moradores, a Aleister Crowley, el conocido brujo negro que apareció en portadas de The Beatles. El 9 de agosto del año siguiente, 1969, Polanski estaba rodando otro film en Londres, mientras que su esposa Sharon Tate estaba en EEUU con ocho meses de embarazo. El homicidio de esta mujer a manos de la pandilla de Charles Manson conocida como La Familia (sí, el mismo que se obsesionó con el White album de The Beatles) es conocido: murió con más de dieciséis puñaladas en el cuerpo, desangrada, con el vientre abierto, colgada de un nylon en su departamento (http://sobreleyendas.com/2008/05/08/charles-manson-y-el-asesinato-de-sharon-tate/) En el mismo Edificio Dakota el 8 de diciembre de 1980, muere después de recibir cuatro disparos en la espalda John Lennon. ¿Coincidencia o producto de la estrecha relación de John Lennon con el ocultismo?
Venom es considerada como la primera banda de black metal. Tras argucias aduaneras, les prohibieron de manera permanente entrar en Estados Unidos; y es que los tres primeros discos de la banda, In league with Satan (‘Aliados de Satán’), Welcome to hell (‘Bienvenido al infierno’) y Black metal (‘Metal negro’) eran demasiado explícitos. El movimiento del black metal se hizo especialmente fuerte en el país de Noruega, donde se desprendió una rama más ideológica que tenía como objetivo imponer una cultura nativista pagana basada en la época de los vikingos. Este movimiento fue liderado por la banda Mayhem, que adoptó su nombre de la canción “Mayhem with mercy” de Venom, que luego se convertiría en leyenda, debido sobre todo a las actividades extra musicales de dos de sus miembros: el guitarrista Oystein «Euronymous» Aarseth y el cantante Pelle Ohlin alias «Dead». Así fue como nació en noruega el satanismo más explícito en el rock, a tal punto que era practicado por sus miembros: quemaron iglesias, profanaron tumbas y hasta mataron personas. Esto provocó una ola de violencia en el país tanto por los seguidores como algunos músicos. Junto con Mayhem, aparecieron otras bandas noruegas que se introdujeron en las mismas actividades non sanctas, entre ellas Emperor y Burzum. El vocalista de Mayhem, Dead, se voló los sesos en su habitación. Así entró a la banda un nuevo integrante: Vikernes (único integrante de la banda Burzum y practicante del odinismo, que es el culto a los dioses paganos nórdicos), y grabaron el disco «De Mysteriis Dom Sathanas» en 1994. Todo culminó con el asesinato de Euronymous, guitarrista de Mayhem, por parte de Vikernes, y la subsecuente condena a prisión de este último.
Cabe destacar que varios músicos de black metal fueron o son practicantes del satanismo, tales como King Diamond y recientemente, Infernus de Gorgoroth. De hecho Glen Benton, vocalista de Deicide se ha marcado una cruz invertida en la frente repetidas veces.
Aunque la banda Marilyn Manson ya existía para 1990 (Y tenía varios incidentes para 1995), no fue sino hasta 1996, con la salida de su segundo álbum Antichrist Superstar que vino la controversia y la subsecuente popularidad. Cada fecha del tour Dead to the World recibió protestas de grupos conservadores alrededor del mundo. En ese tour, uno de los momentos más polémicos era cuando Manson rompía una Biblia sobre un estrado, al estilo de un «reverendo» satánico (Cabe decir, que aunque Manson no es satanista, tiene el título de «Reverendo» en la Iglesia de Satán, mismo que le fue conferido por el fundador Anton LaVey, fuente http://es.wikipedia.org/wiki/Rock_y_satanismo)
Para concluir, queremos decir que todo lo anteriormente expuesto tiene como fin revelar las herramientas que ha utilizado el diablo en los últimos años para propagar su mensaje, para que sea usted quien decida qué tipo de música escuchará, estando informado de lo que realmente contiene, o de lo que realmente difunde.
Nuestra comunidad ha realizado este análisis basándose en el siguiente versículo de la Biblia «Examinadlo todo; retened lo bueno» (1 Tesalonicenses 5:21) Lo instamos a hacer lo mismo.
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” (Juan 4:23)
Esperamos que este estudio haya sido de bendición en su vida.
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Bibliografía
http://es.wikipedia.org/wiki/Rock_y_satanismo
http://html.rincondelvago.com/efecto-del-rock-en-los-adolescentes.html
http://artigoo.com/el-rock-es-en-verdad-portador-de-mensajes-subliminales
http://es.wikipedia.org/wiki/Revolution_9#Referencias_en_la_cultura
http://www.margencero.com/musica/satan/historiadelrocksatanico.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Manson
http://es.wikipedia.org/wiki/Revolution_9
http://es.wikipedia.org/wiki/Roman_Polanski#Como_director
http://www.aullidos.com/pelicula.asp?id_pelicula=372
http://es.wikipedia.org/wiki/Rosemary’s_Baby_(pel%C3%ADcula)
http://sobreleyendas.com/2008/05/08/charles-manson-y-el-asesinato-de-sharon-tate/
http://es.wikipedia.org/wiki/Mayhem
http://es.wikipedia.org/wiki/Varg_Vikernes
http://jedbangers.tripod.com/satanismo.htm